sábado, 4 de diciembre de 2010

LIDERAZGO EN TIEMPOS DE CRISIS



El pasado 2 de diciembre tuve la oportunidad de asistir a una conferencia de Andrés Raya en ESADE que versaba sobre el liderazgo y la gestión de talento en situaciones de cambio intenso.
Cualquier aprensivo hubiera entrado en depresión al escuchar que la tendencia de los próximos 36 meses para los optimistas y 120 meses para los pesimistas es que vamos a ir seguir viviendo en medio de las turbulencias de un cambio intenso (así es como ahora se llama al estar todos “acojonados” por no saber por dónde nos van a ir llegando los disparos).
Es más, recientes estudios indican que si no hacemos nada y nos dedicamos a “aguantar el chaparrón” adoptando la postura de “virgencita, virgencita que me quede como estoy” el valor de país de España en el año 2020 será el mismo que en 1997. Sí, ya sé, entran sudores fríos solo de imaginárselo, ¿verdad?.

Por esos es necesario que los líderes empresariales sigan estas ocho etapas para transformar sus organizaciones:
-       Crear sensación de urgencia: ya no hace falta, estamos todos seguros que estamos viviendo en una gran urgencia, no?
-       Formar una potente coalición directiva: es el momento de que los capitanes remen todos hacia el mismo puerto
-       Crear una visión: elaborar el viaje y el trayecto para llegar a puerto
-       Comunicar la visión: es necesario que toda la empresa sepa que va a realizar un viaje (tortuosillo) y el destino de ese viaje
-       Potenciar a otros para poner en práctica la visión: el noble arte de delegar en aquellos que tienen capacidad para remar con los de más arriba, los mandos intermedios que se sienten útiles ayudan más que si solo actúan por órdenes de estilo “manu militari”
-       Planificar la obtención de éxitos a corto plazo: es más factible la consecución de un pequeño resultado, que siempre da moral a la tropa.
-       Consolidar las mejorías y producir más cambios todavía : recordad la famosa frase de Alfonso Guerra esa de “a España no la va a reconocer ni la madre que la parió”.
-       Institucionalizar nuevos métodos

¿Y qué se tiene que tener en cuenta para liderar ese cambio?
            Hay que hacer las cosas bien y hacer lo correcto.
            Las empresas no son lo que hacen, son lo que dicen.
            Se debe tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.

No podemos olvidar que para obtener talento en las organizaciones hay que poner en marcha un modelo global.
El talento es la suma del potencial más la obtención de resultados. Debe sustentarse en tres grandes patas: excelencia, adaptabilidad y conectividad.

Así que no nos queda otra, apretar los dientes, atarse los machos y cambiar el mundo.
¿Fácil, verdad?

Salud y ventas!!!

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